En algun punto del viaje comenzaron a discutir y un amigo le dió al otro una bofetada. Lastimado, pero sin decir nada, el golpeado escribio en la arena..."Mi mejor amigo me dio una bofetada"...
Después de recuperarse sacó su puñal y se puso a grabar en una piedra: "Mi mejor amigo hoy me salvó la vida"
El otro asombrado preguntó: ¿Porqué cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo grabas en una piedra?
El otro respondió: "Cuando alguien te lastima debes escribirlo donde los vientos del perdón puedan borrarlo, pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros debemos grabarlo donde ningun viento pueda borrarlo"
En estos días cercanos a la Navidad y al fin de año, es un buen momento para que aprendamos a grabar las heridas en la arena y las venturas en la piedra. Asi comenzaremos un nuevo año rodeados de todo lo bueno que hayan dejado las personas que nos hemos ido encontrando en nuestro viaje y las llevaremos siempre en el corazón.
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