Al final del Arcoiris los traviesos Leprechaun tienen escondidos sus tesoros......
Yo tengo la suerte de contar con mi propio arcoiris. Durante dos años he acompañado a siete chicas con personalidades muy diferentes, cada una con su propio color.
En reuniones semanales hemos hablado de lo humano y lo divino, y ayer llegó el momento para el que se habian estado preparando, puesto que llegó el día de la Confirmación.
Al término de la ceremonia me entregaron...
unas flores
unos sobres con sendas cartas (alguna lagrimilla al leerlas ya asomó)
y una pulsera personalizada con 7 muñequitas (cada una junto a su color) y una cruz.
Todas ellas son jóvenes, no tienen relación familiar conmigo, y sin embargo son muy importantes para mí, son de "esos ángeles sin alas" que nunca quieres que desaparezcan de tu vida.
Chica-pistacho es reservada y madura,
Chica-morada tiene una gran fuerza interior,
Chica-naranja escucha con la cabeza y el corazón,
Chica-azul con esa chispa encantadora de su lado malote,
Chica- rosa es un gran diamante por descubrir,
Chica-verde siempre precedida por su dulce y amplia sonrisa,
Y Chica-granate con un alegre toque de locura contagiosa.
Como veis, mi arcoiris particular tiene un tesoro: el cariño y las enseñanzas que me han dado estas chicas.
Ahora, además de estar en mi corazón también las llevaré en mi muñeca.
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