Allá por verano decidí ponerme a tejer una manta para Sobri-linda (eso Mutti, tu eligiendo el calorcito para rodearte de lanas...OMG! ) pero la cosa ha tardado meses, porque la tuve que realizar en pequeños ratos libres.
Un poco en el pueblo...
Otro poco en casa....
Entre medias...¡Vuelta a mirar la revista! ¡Ya no recuerdo la secuencia del dibujo!
Finalmente, ha resultado una manta para las siestas o para abrazar a Sobri-linda desde lejos cuando esté convaleciente de algún catarro, tirada en el sofá.
Llegó a tiempo como regalo navideño y ya está disfrutando de ella.
Y ahora mutti-sobrina podrá además conocer la historia de la mantita y la abrazar con más fuerza. Un besito helado!!
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