miércoles, 30 de enero de 2013

Deporte de riesgo



Hijapequeña tiene mal los huesitos y con este clima que nos gastamos últimamente tan pasado por agua lo lleva fatal. La reumatóloga le ha aconsejado hacer deporte y hoy la he acompañado a nadar.
Llevaba muuuuuuucho tiempo sin nadar y pensaba que en el primer largo me iba a quedar sin fuelle, pero he completado 6 largos que para mí han sido todo un triunfo. (Hijapequeña ha hecho unos cuantos más)
Pero el deporte de riesgo de hoy estaba en la calle al ir a comprar el pan.


Un barre-barre conducido por un cani-fitipaldi ha llegado por la acera a toda velocidad como si de un gran prix se tratara haciendo saltar hacia los lados a todo el personal que encontraba a su paso.
Los clientes de un bar que estaban fuera (el pitillito y eso) se han tenido que apartar con mesa y todo en un rápido gesto para salvar la vida.
Me ha recordado la escena de la carrera de segadoras de la película “El príncipe y yo”. 


El vehículo no es el más apropiado para tal velocidad, pero quizás el cani-conductor quería conseguir el bote de canicas del premio…

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